Hay algunos mitos sobre el Tarot que ya va siendo hora de echar abajo.
El Tarot sólo sirve para ver el futuro
El Tarot es muy bueno indicarnos la tendencia a futuro que estamos atrayendo en base a nuestras creencias, autoimagen, aprendizajes, decisiones, etc.
Actúa a modo de espejo energético, refleja la información que traes y emanas. Por eso, además de ver tu tendencia actual, es una muy buena herramienta para reflejar otras cosas. Por ejemplo, en lugar de preguntar «cuál es mi futuro», puedes preguntar «el futuro que quiero es así, así y así, ¿está en armonía con el deseo de mi alma?, ¿qué puedo hacer para atraerlo?, ¿qué bloqueo debo eliminar para conseguirlo?, ¿qué potencial puedo desarrollar en mí?.
Aquí te dejo el enlace a un post en el que te doy algunas ideas sobre qué preguntar en una consulta con un enfoque más terapéutico.
El Tarot te dice tu destino
El alma antes de nacer, establece algunas experiencias en su camino. Por ejemplo, la familia en la que nace y algunas personas con las que se ha de encortar, entre otras. A partir de ahí, todo lo demás es libre albedrío.
El Tarot actúa a modo de espejo energético y te va a decir qué hay, ha habido o puede que haya en base, la gran mayoría de las veces, al libre albedrío.
Esto quiere decir que pocas cosas en la vida son inevitables, la mayoría de lo que te salga en una sesión son asuntos que con tu libre albedrío vas a poder modificar si así lo deseas. Incluso las pocas cosas que puedan tener una tendencia más fuerte, el Tarot puede ayudarte a que las vivas de la forma más positiva y enriquecedora posible.
Acuérdate, las cartas avisan de tendencias, actitudes y elecciones, no sentencian.
El Tarot es del diablo
En la baraja hay una carta que se llama «El Diablo», pero nadie lo ha nombrado el jefe del cotarro.
El Tarot son 78 imágenes impresas en trozos de cartón. Esas imágenes reflejan los patrones universales que rigen el mundo y la naturaleza humana. El diablo nada tiene que ver con ello

Hay cartas malas
No hay cartas malas, las hay con mala fama, que es distinto. Cada una tiene múltiples interpretaciones según el punto de vista desde la que se le mire. Una carta «mala» puede augurar algo positivo para tí según el contexto, porque no me cansaré de decirlo, el Tarot es todo contexto.
Por ejemplo, volviendo al ejemplo del Diablo:
Esta carta en determinada circunstancia, podría indicarte que estás metido en una relación muy tóxica de la que debes salir. Sin embargo, cambiando el contexto, esta misma carta te podría estar indicando que con tu pareja existe mucha química y la atracción es mutua.
Como ves, no hay cartas ni buenas ni malas, sólo patrones aplicados al contexto.
Los tarotistas son unos estafadores
Existen estafadores y personas mal intencionadas en todas las profesiones. Por desgracia, en el mundo del Tarot han habido (y hay) mucha charlatanería.
Es una profesión, admitamoslo, con un poco de mala fama, pero eso no significa que todos lo sean, ¡ni muchísimo menos!
Hay muchísimas personas con un gran corazón y vocación de ayuda al prójimo que se dedican a este oficio. Lo malo es que, como dice el dicho, «basta con una gota de tinta para contaminar un vaso de agua» y por ende, «pagamos justos por pecadores». Un tarotista no tiene por qué ser un estafador, pero un estafador sí podría hacerse pasar por tarotista.
Por suerte, hoy en día gracias a la democratización de la visibilidad en internet, tienes la oportunidad de investigar a tus tarotistas favoritos en las redes sociales. En sus cuentas puedes hacerte una idea de cómo son, qué energía proyectan y si resuena contigo, ver testimonios de sus clientes y hacerte una idea de cómo comunican a través de sus posts.
También es importante que te asegures de que cuando vas a contratar sus servicios, lo haces accediendo desde el enlace que ellos/as te proporcionan en su web o sus redes sociales oficiales. Hay mucho/a caradura por ahí suelto que se hacen pasar por los auténticos, pero con fijarse un poco es fácil darse cuenta. Eso sí, hay que tener un poco de cuidado.
Los tarotistas son seres iluminados que lo saben todo
Los tarotistas son personas normales y corrientes que han desarrollado la capacidad de echar las cartas a través del desarrollo de sus habilidades teóricas, creativas e intuitivas.
Cualquiera con dedicación, empeño e ilusión puede aprender a echar las cartas.
Hay que tener un don para echar las cartas
Para nada. Como ya he comentado, cualquiera puede hacerlo. Eso sí, cada uno tiene cualidades únicas que combinadas entre sí pueden hacer que te sientas más agusto con uno u otro.
Por ejemplo, hay personas que tienen muy desarrolladas la intuición; otros quizá no tanto, pero son unos magníficos comunicadores y te ayudarán a entender mejor todo lo que sale; otros tienen una gran empatía y te harán sentirte comprendido en todo momento. Hay tantas habilidades como personas y cada quien le da su toque especial, único y auténtico a sus tiradas.
Por eso mismo, cada consultante tiene su propio tarotista ideal con el que mejor se entiende en ese momento de su vida o con algún asunto en concreto.
Si haces un trabajo para ayudar a otros no debes cobrar
Qué horrible sería el mundo si sólo se les diera dinero a los que trabajaran perjudicando a otros.
Nos guste o no, las personas que nos dedicamos profesionalmente al tarot, tenemos las mismas necesidades básicas que tú y que cualquiera, ¡somos humanos!
El cobrar por ello nos permite poder dedicarle más tiempo y energía y por lo tanto, tener más alcance y ayudar a más personas y mejor.
El Tarot siempre dice la verdad
No siempre. El Tarot te dice lo que necesitas oír (que no lo que quieres). Esto ya es tema de la Fuente, de tu Yo Superior y de los Guías. Ellos son más listos que tu y que yo y saben lo que nos conviene.
¿Recuerdas la película de Mátrix? Cuando Neo visita a la Oráculo, ésta le dice que no es el elegido, cuando en realidad sí que lo es. En el caso de que le hubiera dicho la verdad, Neo no habría arriesgado su vida y habría dejado que su amigo muriera. Fue gracias a esta decisión que no sólo conservó a su amigo, sino que se enfrentó a una situación que le permitió desarrollar todo su potencial.
En la vida sucede lo mismo. A veces por nuestro bien mayor, el cual no lo sabemos ni nosotros ni el tarotista, pero sí nuestros seres de luz, debemos transitar cierto camino y no desviarnos de él. No es lo más común, pero algunas veces pasa.
Por este mismo principio, el Tarot es una herramienta mediante la cual los Guías nos orientan cuando nos desviamos de nuestro camino. En el mundo en el que vivimos hay muchas distracciones y nuestro ego se las sabe todas. Por eso el Tarot es tan buen guía. Qué paradójico sería que una herramienta que sirve para mantenerte en tu camino te pudiera desviar de él. Eso no tendría sentido.
tODOS LOS TAROTISTAS SON UN@S BRUJ@S
Hay tarotistas que sí lo son y otros que no. Es algo bastante común ya que suelen ser personas a las que le atrae lo místico.
Sin embargo, el tarot no tiene nada que ver con la brujería, ni con ninguna religión concreta, ni con nada de eso. El Tarot es una herramienta de crecimiento espiritual y el buen o mal uso que se le de depende de la persona, como todo en esta vida.

Espero haber podido aclarar tus dudas. Si te ha quedado alguna, no dudes en dejármela en los comentarios. También puedes conocerme mejor siguiéndome en mis redes sociales o reservar una consulta conmigo aquí.
Muchas gracias por leerme. Que tengas un feliz día.