Luna Nueva

Luna Nueva

Nombre: Luna Nueva

Autora: Stephenie Meyer

Traductor: José Miguel Pallarés

Editorial: Alfaguara

Género: Romántico, Juvenil, Fantasía

Páginas: 574

SINOPSIS

Cuando el papel me cortó el dedo, sólo salió una gota de sangre del pequeño rasguño. entonces, todo pasó muy rápido. «¡No!», rugió Edward. Se arrojó sobre mí, lanzándome contra la mesa y aterricé en un montón de cristales hechos añicos. Jasper chocó contra Edward y el sonido pareció el choque de dos rocas… Aturdida y desorientada, miré la brillante sangre roja que salía de mi brazo y después a los ojos enfebrecidos de seis vampiros repentinamente hambreintos…

Este extracto de la novela es la única pista que la autora nos da en el reverso de este libro. A partir de aquí te aviso: esta reseña tiene SPOILER.

 

PRIMERAS IMPRESIONES

Luna Nueva es la segunda parte de la Saga Crepúsculo.

Para todos aquellos que se quejaron de que la primera parte resultaba demasiado empalagosa o romanticona, con este libro pueden experimentar la otra cara del amor. Bon apetit.

Personalmente, a esta excelente novela la considero un mal necesario para poder pasar a los siguientes tomos de la Saga. No me malinterpretes, considero que está muy bien hecha, es sólo que la protagonista pasa un mal trago y tu lo pasas con ella.

La trama principal gira en torno al drama del clásico de Romeo y Julieta de Shakespeare. Se hacen muchas alusiones a los personajes principales y a Paris, que en este caso estaría representado por Jacob Black. Bella y Edward comparan su historia con la del clásico a lo largo de las páginas, creando paralelismos a través de los acontecimientos y profundizando en ellos a través de la proyección de sus propias expeirencias. Es como vivir una versión moderna de Romeo y Julieta pero con un enfoque más profundo y personal.

Es necesario mencionar que este libro tiene unas excelentes tramas secundarias. La autora siembra a través de ellas los platos fuertes que vienen en los consiguientes tomos. Por ejemplo, el problema inacabado de la temible Victoria, la aparición de los licántropos y los majestuosos Vulturis.

Mientras Bella está concentrada en su propia tragedia shakespiriana, el caos y los problemas comienzan a hervir a fuego lento a su alrededor y tarde o temprano, estallarán. De ahí viene lo del mal necesario 😉.

CARTA DEL TAROT

Tres de Espadas.

Esta carta es dolor. Ni más, ni menos.

Representa un corazón roto y todo lo que ello conlleva a todos los niveles. Por desgracia, ¿quién no ha pasado por ahí alguna vez en la vida, con mayor o menor intensidad? Esta novela nos conecta con una de las experiencias más dolorosas que puede sentir alguien en la vida llevada al extremo. Depresión, traición, desengaño, pérdida del alma, muerte en vida… 

A pesar de ser un arcano menor, es un calvario sin tregua, una herida abierta que nuestra protagonista siente profundamente y nos conecta con el vacío que ha quedado entre sus costillas.

Este maestro amargo de forma cruel y punzante nos obliga a hacernos más fuertes o a perecer. Depende de la persona, sus recursos, entorno y madurez que pueda hacer esta elección y afrontarlo de una pieza o caer en el abismo.

Con razón, a nadie le gusta ver este arcano en su lectura 😱.

Resultó algo atroz. Tenía la sensación de que me habían practicado una gran abertura en el pecho a través de la cual me habían extirpado los principales órganos vitales y me habían dejado allí, rajada, con los profundos cortes sin curar y sangrando y palpitando a pesar del tiempo transcurrido.

Mi Opinión

En esta novela se hace una ligera mención a la depresión y al estado de catatonia referidos por Charlie sobre todo al principio, veredicto de un padre desconcertado y preocupado que se siente impotente con lo que le está pasando a su hija. Por ello, sabiamente, le aconseja acudir a un especialista. Bella reacciona a la defensiva «¿quieres que vaya a un loquero?». El trasfondo de su negativa es debido a que cree que si tuviera que explicar la causa de su angustia, tendría que hablar necesariamente de los vampiros, siendo consciente de que podrían malinterpretar su diagnóstico y que ello desembocara en un internamiento psiquiátrico. Es evidente que la autora se informó sobre la depresión, en concreto la depresión psicótica y le añadió su toque para la historia, tratándose de alucinaciones hermosas (no como suelen darse en estos casos) y haciendo que también la protagonista fuera muy consciente de que sus alucinaciones no eran reales, identificando además en todo momento el estado de ánimo que se las provocaba.

Como comenté en el post de Crepúsculo, Bella presenta signos de un muy posible Asperger femenino, por lo que encajaría perfectamente que cursara una depresión atípica. Además, precisamente una de las características del Asperger es que son capaces de pisar tierra en todo momento, incluso en las situaciones más descabelladas. 

Si Bella hubiera acudido a un psicólogo o psiquiatra, es posible que éste, en mayor o menor medida, pudiera haberle ayudado, pues no es necesario hablar de vampiros para tratar la desgarradora ausencia que te deja una ruptura amorosa en la que has invertido mucho; del Síndrome de Abstinencia que, al igual que con una adicción, deja en nuestra química celebral el retiro de la persona amada; de las consecuencias negativas de la idealización del otro (ella se refiere a él más como a un Dios que como a un vampiro); de la toxicidad que acarrea el aislarse de los demás y que todo tu universo personal gire en torno a una persona; de la dependencia emocional acompañada de una escasa autoestima y un bajo nivel de autoconcepto que mermándose aún más de lo que ya estaba a lo largo del primer tomo (ese que lo pintaba todo de color de rosa) debido a las comparaciones que ella misma se hace con estos seres de belleza y habilidades inalcanzables.

No podemos culpar a Bella por nada de esto, no deja de ser una adolescente que experimenta por primera vez una ruptura, que ya puede ser muy dura de por sí sin todos estos factores añadidos. Es normal que piense que su mundo se acaba sin él, pues sin darse cuenta, así lo ha ido creando ella misma.

Eso sí, una cosa que no le habría gustado nada, además de tener que enfrentarse a hablar de él, es el hecho de que necesariamente se tendría que abordar su conducta parasuicida.

Era una forma muy dura de vivir: prohibiéndome recordar y aterrorizada por el olvido.

Por suerte, aparece Jacob. En estos momentos necesitamos más que nunca el apoyo de un buen amigo, alguien con quien poder hablar. Sin embargo, Bella tiene muros muy fuertes y es reacia a abrirse y a expresar sus sentimientos, lo cual no la ayuda aunque crea que sí. Este tipo de experiencias, aunque sean leídas, nos recuerdan que es muy necesario tener varios pilares en los que apoyarse en la vida.

Y por su puesto, no olvidemos a Edward, un estudioso señor de más de 90 años con varias licenciaturas a sus espaldas, muy desarrollado para unas cosas pero muy inmaduro para otras, pues hay cosas que no se aprenden en los libros. Esto nos lleva a reflexionar que la sensatez y la sabiduría vienen dadas no por el paso de los años, sino por las experiencias de la vida y los aprendizajes que seamos capaces de extraer de ellas. Parece ser que, al igual que su cuerpo de 17 años, su inteligencia emocional también quedó algo congelada en aquella edad. Al igual que Bella, está abriéndose paso a nuevas experiencias y aprendiendo. Sabemos que antes de encontrarla, Edward fue un ser muy cerrado, huraño y eminentemente solitario, centrando posiblemente sus experiencias en el foco de la autocompasión causada por el rechazo de su propia condición, sintiéndose, al igual que Bella, imperfecto, que hay algo en él que está mal.

Con razón el dicho de «¿Cómo vas a amar a alguien si no te quieres a ti mismo?».

Cabe añadir a favor suyo que él es muy consciente de sus limitaciones:

Si te haces mayor que yo y necesitas algo más… lo comprenderé, Bella.

EN CONCLUSIÓN

Luna Nueva es un libro amargo pero recomendable si quieres continuar con la saga y ésta, se pone cada vez más interesante, por lo que vale la pena al cien por cien.

También le ofrece un toque de realismo a la historia pues, parafraseando al agente Smith en Matrix, «nadie creería un mundo en el que no exista el sufrimiento».

Además, está muy bien narrado y es de lectura ligera a pesar del tema, lo cual es todo un hito y muestra la fabulosa habilidad de la autora.

Por si te interesan, aquí tienes los enlaces del Libro y del Tarot al que pertenece la carta.

Gracias por visitar mi Blog.

 

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